¿Qué es el cold brew o café frío?
Realmente, las referencias del cold brew datan de finales de 1800 y se encuentran esparcidas por todo el mundo, desde Cuba, a Inglaterra, pasando por Japón y Estados Unidos.
Lo que nos da una idea de que este método de preparación es más común de lo pensado. Cada historia tiene su receta, su origen, pero todas coinciden en un punto: el agua fría.
Originalmente, se trata de la extracción de la molienda de café en agua a temperatura ambiente por tiempo prolongado, unas 24 horas preferiblemente. Es decir, sin la intervención de la temperatura, es una infusión en frío.
Ojo: no es lo mismo que café helado o café frío, que se prepara con café espresso caliente. El concepto del cold brew pasa por la temperatura a la hora de la extracción, no al servir.
Como bebida, suele servirse con leche, añadiendo agua o sobre hielo.
En cuanto a su degustación el cold brew coffee se distingue por ser más dulce, menos ácido, de tonalidades y sabores más delicados y suaves, aunque más cargado de cafeína.
El aroma y sabor se logra por el tiempo de inmersión. Mientras que la baja acidez se debe a la escasa presencia de los aceites naturales del café en el agua fría.
Es sabido que la cafeína suele concentrarse más en extracciones frías que en las calientes. De allí, que sea consumido por quienes necesitan bebidas energéticas para hacer actividades físicas o que demanden mucha concentración.
En fin, es una preparación que se consume sin distinción de horario y en cualquier época del año.
Por qué infusionar en frío
El agua caliente, en realidad, no es estrictamente necesaria para lograr la infusión. A más temperatura, menor tiempo de preparación, pero también se producen efectos en el café que no siempre son los deseados. En un proceso similar a la cocina a baja temperatura, una infusión en frío permite obtener una bebida más limpia, suave, naturalmente dulce y con aromas muy distintos.El café obtenido mediante cold brew suele presentar un color como más aguado, no tiene crema y su olor parece más sutil. Sin embargo, lo que se consigue es una bebida muy rica en matices, con menor acidez y sin el amargor que tantos detractores tiene.
Cómo preparar un café cold brew en casa
La técnica de la infusión en frío se cree que comenzó en Japón y fue el país nipón el que ha popularizado esta elaboración en las últimas décadas. Cafeteras de diseño como la Hario o el sifón, en auge desde la irrupción de la tercera ola y del café de especialidad, han contribuido a extender el cold brew por todo el mundo.
- Utiliza café en grano recién tostado, de tueste natural y de buena calidad. La variedad o el origen depende tu gusto personal, y de cómo quiras tomar la bebida (sola, con leche, muy fría, con azúcar...). En general, los cafés más afrutados funcionan mejor en una infusión fría.
- Muele los granos al momento dejando un grosor medio grueso. El molido fino o medio-fino provocaría una bebida muy astringente y ácida debido a la sobreextracción. Si no tienes molinillo, pide que te lo muelan en una tienda de especialidad indicando que lo quieres para hacer cold brew.
- El agua juega un papel esencial, ya que supone más del 90% de la bebida resultante. Invierte en agua mineral de buena calidad, obviamente sin gas y sin sabores de ningún tipo.
- Juega con los tiempos y proporciones de extracción hasta dar con tu fórmula favorita. Para empezar, como medida general, se recomienda una fórmula de 1:4, una parte de café por cuatro partes de agua.